Las pechugas de pollo deshuesadas y sin piel se han convertido en un estándar para asar. La clave para obtener pechugas de pollo perfectas, deshuesadas y sin piel es una rápida fuente de proteínas, y son bajas en grasa y sodio, especialmente cuando se preparan sin piel, pero también son uno de los alimentos más fáciles de cocinar en exceso. En esta ocasión te enseñaré un deliciosa receta de pollo al carbón, quédate con nosotros para que aprendas como lo hacemos.
Ingredientes]
- 4 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
- Sal y pimienta al gusto
- Salsa o glaseado
Preparación de pollo al carbón
- Enciende la parrilla: para asar las pechugas de pollo, se necesita un fuego de dos zonas de temperatura media-alta. Encienda una chimenea completa de carbón , o encienda una pila de unas 100 briquetas. Cuando las brasas estén listas, colóquelas en un fuego de dos zonas. Vuelva a colocar la rejilla superior y deje que la parrilla se caliente con todas las rejillas de ventilación completamente abiertas. Justo antes de colocar el pollo en la parrilla, sumerja una toalla de papel doblada en aceite de cocina y unte toda la parrilla con pinzas de mango largo. Esto evitará que los senos sin piel se peguen a la rejilla.
- Preparar, salmuera y sazonar: las pechugas deshuesadas sin piel se secan fácilmente, por lo que recomendamos encarecidamente marinarlas o ponerlas en salmuera antes de cocinarlas. Para una salmuera básica, combine ¼ taza de sal a cuatro tazas de agua, y remoje las pechugas de pollo de 30 minutos a una hora en una bolsa plástica con cremallera del tamaño de un galón. Si decide no poner en salmuera o marinar, simplemente sazone a su gusto.
- Asar el pollo a la parrilla: coloque las pechugas de pollo en el lado caliente de la rejilla, directamente encima de las brasas. Serrar las mamas durante unos tres o cuatro minutos por lado, girando sólo una vez, hasta que estén doradas. Si la parrilla se enciende, aleje temporalmente el pollo de las brasas. Cuando los senos estén bien dorados, muévalos al lado caliente o indirecto de la rejilla. Vuelva a colocar la tapa y, si utiliza un termómetro para parrillas, lleve la temperatura a 350°F.
- Añada salsa BBQ o glaseado (opcional): si desea aplicar una salsa a base de azúcar o glaseado a las pechugas de pollo, hágalo durante los últimos 10 minutos de cocción. Ponga una capa de salsa o glaseado en un lado de las pechugas de pollo, cierre la tapa durante cinco minutos para que la salsa se hornee, luego abra la tapa, gire las pechugas y repita el proceso. Recomendamos algo dulce con un humo sutil que no domine el sabor de su pollo, como la salsa BBQ Brown Sugar Applewood.
- Realice una prueba de cocción: existen dos métodos comunes para probar las pechugas de pollo a la parrilla. El método más seguro es usar un termómetro digital para carne. Inserte la punta en la parte más gruesa de la pechuga y cuando la temperatura interna alcance los 165°F, retírela de la parrilla. La otra opción es cortar en la pechuga y echar un vistazo – la carne debe ser blanca, sin una textura gomosa, y los jugos deben ser transparentes. Sin embargo, este método liberará algunos de los jugos.
- Descansar y servir: cuando las pechugas de pollo estén listas, colóquelas en una tabla de cortar o en un plato, cúbralas sin apretar con papel de aluminio y déjelas «reposar» durante cinco minutos para que los jugos se asienten de nuevo en la carne. Después de cocinar las pechugas de pollo en la parrilla, manténgalas calientes hasta que se sirvan – a 140°F o más calientes y
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